Hola a todos! Aquí tenemos la tecera entrega del trekking de Oscar y compañía. Una aventura de 130km.
DE KATHMANDU A ARUGHAT
DIA 15 Octubre
Hola a todos!!!
Esta mañana nos levantamos muy pronto, ya que nos tiene que dar tiempo a recoger todos los bártulos, desayunar y coger un taxi a las 7 am que nos lleve a la estación de autobuses. Allí nos espera nuestro flamante “medio de transporte” que nos conducirá en un periplo sin precedentes a nuestro destino en la villa de Arughat, lugar de comienzo del trekking. Shishir se ha acercado a la estación para despedirnos y desearnos buena suerte. Nos acompaña Bam, nuestro guía a partir de ahora, y uno de los porteadores. El otro porteador se unirá a nosotros en Arughat.
Sabíamos que el viaje iba a ser pesado, pues el mejor de los pronósticos apostaba por una duración aproximada de 8 horas, por una carretera en no muy buenas condiciones y en un autobús, llamémosle de linea regular. Y qué puedo decir.....ojalá hubiera durado 8 horas, ojalá hubiéramos ido por una carretera y ojalá hubiéramos ido en un autobús.
Para empezar, la tartana en cuestión era una especie de caja de hierro con ruedas, con una capacidad para unas 30 personas en la que viajaban no menos de 60, sin contar con los lugareños que cada dos por tres subían por la escalerilla exterior y viajaban en el techo del vehículo, la distancia de las rodillas a los hierros del asiento delantero era exactamente de “0” centímetros, no había espacio posible para colocar las mochilas en ningún sitio que no fuera bajo las pisadas de los viajeros que atestaban el pasillo del autobús. Allí uno no podía ni rascarse sin molestar al de al lado o al de delante. Al de atrás era imposible molestarle porque teníamos reservados los estupendos y estratégicos asientos de la última fila donde la excelente amortiguación del coche nos iba a deleitar con un placentero viaje.
A las 8 am en punto partimos de Kathmandu en dirección a las montañas, nos costó casi una hora dejar atrás la capital debido al intenso tráfico de primera hora de la mañana. Quién nos iba a decir que esta pesada hora de atasco se convertiría a la postre en la más apacible de todo el trayecto!!
La carretera serpenteaba por el valle junto al caudaloso río Tilsuli y pequeñas aldeas; pronto aparecieron las primeras rampas que nos adentrarían de lleno en una región boscosa de media montaña donde la bruma y la llovizna constante conferían al paisaje un aspecto siniestro y fantasmagórico. A partir de aquí la carretera desapareció y, con ella, todas nuestras esperanzas de tener un viaje más o menos relajado, dando paso a una terrible pista forestal en tan malas condiciones que sólo parecía apta para los todoterreno más duros, y que ya no abandonaríamos hasta el final del viaje.
Ya han pasado unas cuantas horas desde que me bajé del autobús y aún me resiento de las rodillas, los brazos, el culo y el cuello; y es que de los 130 km de que constaba la etapa del día, más de 100 km han discurrido por esta infame pista de lodazal y pedregal, grandes agujeros y zonas al borde del desprendimiento junto a los márgenes del camino. Y como no podía ser de otra manera, pasó lo que tenía que pasar. En una ligera pendiente de apenas 40 metros el bólido no pudo atravesar el barrizal y enterró las ruedas en el lodo. El conductor lo intentó un sinfín de veces, pero los últimos 10 metros se resistían y finalmente tuvo que desistir, retroceder y dejar paso a otros autobuses que ya empezaban a hacer cola detrás nuestro. Los siguiente en intentarlo también fracasaron.
A estas alturas la mayoría de la gente ya se había bajado de los autobuses, excepto los ancianos, mujeres y niños y, quien más y quien menos, ayudaba en lo que podía. Muchos se metieron en el barrizal a sacar el lodo a puñados, otros echaban serrín bajo las ruedas, otros empujaban desde detrás con toda su alma y otros animaban y jaleaban desde la cuneta. Todo un espectáculo!!. Finalmente, al cabo de 2 horas, el autobús consiguió remontar aquellos malditos 10 metros en mitad de los aplausos y la algarabía de los viajeros.
La tortura continuó durante varias horas más por aquel camino infernal en el que sorprendentemente aparecía de vez en cuando alguna señal de tráfico, un mojón informativo e incluso una rotonda!! ver para creer!! A todo esto hay que añadir que algunas chicas vomitaron varias veces a nuestro lado, eso si, lo hacían dentro de una bolsita azul que, bien arrojaban directamente por la ventana, bien depositaban encima de la mochila de Carlos...la atmósfera dentro del autobús iba “in crescendo” por momentos.
A las 9 pm el autobús se detuvo y unos tímidos aplausos anunciaron el fin de trayecto, habíamos llegado a Arughat.
En definitiva, 130 Km = 11 horas , lo mismo que duraría un vuelo directo de Madrid a Kathmandu!!!! Una verdadera locura!!...y lo mejor de todo es que en línea recta el recorrido son poco más de 40 km, pero en un país como este, con una orografía tan montañosa, la línea recta no existe.
Recogimos nuestras mochilas y seguimos a Bam que nos guió hasta nuestro hotel. Creo que hotel es mucho decir, por estos lares se denominan Lodge, Guest House o Tea House, modestos alojamientos de montaña con los indispensable y poco más.
Soltamos las mochilas en la habitación, cena, ducha y a dormir!
Mañana por fin nos ponemos a caminar!!
Besos y abrazos
Oscar
Me encanta este blog..... y este relato por etapas resulta super ameno y util.... seguid asi....
ResponderEliminar