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lunes, 14 de enero de 2013

Mac, gracias por invitarme ...

Me gustaría, antes de seguir escribiendo nada, dedicar unas líneas para presentarme y agadecer a Mac la oportunidad de participar en el blog. Yo, al igual que él, intentaré aportar mis conocimientos y mi punto de vista sobre el mundo de la escalada. 

Como iréis viendo, al menos aquellas personas que nos sigan, la visión de Mac y la mía es un tanto diferente. Para él la escalada es un fin en sí mismo: busca la belleza de la propia roca, de las presas,  busca la perfección en movimientos, la dificultad y encuentra la diversión en la técnica ... Sin embargo mi visión de la escalada es un poco más "utilitaria". Para mí la escalada es, más bien, un medio de progresión que me permite alcanzar mis "sueños", aventurarme en un terreno a priori desconocido. Estas dos formas de entender la escalada son diferentes, pero totalmente complementarias.

Pese a todo hay una cosa en la que Mac y yo coincidimos: cuando dos escaladores se encuerdan, les une algo más que una cuerda. Les une la confianza en el otro, el compañerismo, la ayuda, el llegar donde el otro no llega y, por supuesto, la pasión por lo que hacen. No todo el mundo que escala tiene esta visión de la "cordada", por eso creo que Mac y yo nos entendemos muy bien.

Como podéis intuir mi relación con la escalada empezó en el campo. Como dijo Mac, soy un enamorado de las montañas. De pequeño me pasé los fines de semana en el monte con mis padres. Ellos me enseñaron a amar la naturaleza. Cuando empecé la carrera perdí el interés por el campo y estuve años sin pisarlo. Sin embargo, casi por azar, encontré un buen maestro (el que está a la izquierda en la foto) que me contagió su pasión por la montaña, y del que he aprendido gran parte de las cosas que hoy sé.



Así que retomé la montaña, con una visión totalmente diferente hasta que, para mí, se ha llegado a convertir en una pasión. Desde entonces intento entender a la montaña,  conocer sus peligros, y formarme lo mejor posible para alcanzar los retos que te plantea sin morir en el intento. Y ahí es donde yo me encontré con la escalada: para subir a ciertos sitios no queda más remedio que conocer una serie de técnicas y materiales que te permitan progresar con cierta seguridad en un entorno a priori tan hostil como es la alta montaña.

Una de las cosas que en estos años he aprendido, es que hay una diferencia fundamental entre la escalada alpina y la escalada deportiva. En la escalada alpina existe una herramienta tan importante como puede ser la cuerda, los friends, o la cesta: la "gestión del riesgo". Ésto no es más que intentar conocer y predecir todos los posibles peligros que el medio medio natural te impone y actuar en consecuencia para reducir el riesgo al mínimo (recomiendo leer este libro de Alberto Ayora).
Por desgracia, en la escalada deportiva ésta es una herramienta olvidada. Es cierto que en la escalada deportiva se dan unas condiciones óptimas para que el escalador se olvide del entorno, y se concentre en llevar su cuerpo al límite. Sin embargo, no podemos olvidarnos de que el riesgo cero no existe.
No soy ningún experto en escalada, pero os prometo que voy a intentar aportar mi granito de arena a este blog compartiendo con vosotros las cosas que sé, intentando hacer hincapié en este último aspecto.

Un saludo a todos

Diego

1 comentario:

  1. Soy el de la izquierda en la foto. Muchas gracias, Diego por las alusiones a mi persona, aunque no me considero un maestro, reconozco que me agrada saber que contagio mi pasión por la montaña. Ya sabes (sabéis) que podéis contar con mi modesta colaboración.

    Felicidades a los dos por este proyecto.

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