Hola a todos! Estamos muy emocionados porque nuestro gran amigo Oscar ha querido compartir sus diarios de trekking en maneras de escalar. También hay que decir que nos hemos puesto pesados, pero al fin hemos tenido nuestra recompensa. Estos diarios están llenos de consejos, curiosidades, aventuras y como cualquier escrito que se hace durante una gran travesía llenos de sentimientos encontrados. Además colgaremos las fotos que se fueron haciendo durante el trekking. En esta ocasión os presentamos el viaje a Nepal que realizó Oscar y sus compañeros en Octubre de 2013.
Esperamos que os guste tanto como a nosotros, cuidado que engancha!
PRÓLOGO
Hola a tod@s!!!
Por fin han llegado las tan ansiadas vacaciones....pensé que no llegarían nunca! Y es que este verano ha sido especialmente duro...duro, largo y agotador, al menos en lo que a trabajo se refiere, si bien es cierto que he podido disfrutar a tope de la escalada en roca, mi auténtica pasión
de los últimos años y verdadera válvula de escape que me ha ayudado a mantenerme a flote mentalmente durante los interminables meses de verano. Llego muy cansado a estas vacaciones, más de lo que hubiera deseado, sobre todo si tenemos en cuenta que el destino de este año no es precisamente una playa paradisíaca en la que relajarse y darle al cuerpo el descanso que se merece. En esta ocasión habrá que castigar un poquito más el cuerpo para encontrar el relax en las montañas, pero no en unas montañas cualesquiera....hablo de Las Montañas....las de la impresionante cordillera del Himalaya en Nepal.
A diferencia de otros años, la elección del destino en esta ocasión fue sencilla, al menos por mi parte. Lo tenía muy claro desde hace tiempo, exactamente desde el año pasado, cuando una inoportuna lesión me privó de viajar a Nepal en el último momento. Tenía que resarcirme, así pues, ¿qué mejor forma de hacerlo que volver a intentarlo? ¿Y qué mejor momento que la época en que terminan las lluvias del Monzón? Había una razón para esperar a que llegara el mes de octubre y la recompensa a unas vacaciones tan tardías llegaría en forma de cielos despejados en las montañas más altas del mundo.
Carlos, Ana y Oscar |
Había una cosa muy clara, casi indiscutible, el viaje debía girar en torno a un objetivo fundamental: un gran trekking en la montaña. Todo lo demás era secundario. Y con esta premisa empezamos a buscar información sobre los trekking que más y mejor pudieran ajustarse a nuestras posibilidades, condición física, duración y economía. Estuvimos sopesando la opción del trekking al campo base del Everest, y un par de trekking en la zona de los Annapurnas. En realidad, cualquiera de ellos hubiera sido una buena elección para unos novatos como nosotros, si bien había un inconveniente que no nos permitía decantarnos definitivamente por uno de ellos. Demasiado comerciales, demasiado masificados en plena temporada alta. Las montañas más míticas, espectaculares paisajes, eso estaba garantizado, pero también buscamos un poco de autenticidad y difícilmente podremos encontrarla en un recorrido que se acerca más a una procesión que a un sendero de montaña. En pleno mar de dudas, decidimos acudir una tarde de verano a la librería Desnivel donde se proyectaba una exposición fotográfica sobre algunos de los trekking más emblemáticos del Himalaya con la esperanza de sacar algo en claro. Y ciertamente, la visita no fue en balde, en cuestión de minutos supimos cual era nuestro destino. Desechamos en un abrir y cerrar de ojos los trekking que hasta la fecha habíamos estado considerando y nos decantamos por unanimidad por el Trekking del Manaslu, próximo a la zona de los Annapurnas, menos comercial que los anteriores, menos infraestructuras, pero seguramente más intacto y más auténtico y con unos paisajes igualmente asombrosos.
Ahora venía la parte difícil de la planificación.... Cómo lo hacemos? Qué es mejor...hacerlo allí directamente o intentar contratarlo desde aquí? Todo tenía sus ventajas y sus inconvenientes, claro está. Después de informarnos convenientemente, preguntar a amigos y conocidos que habían estado allí recientemente y tras contactar con no pocas empresas y guías de Kathmandú en un rosario interminable de e-mails, finalmente decidimos contratarlo todo desde España con un guía independiente con muy buenas referencias, su nombre es Shishir Dhakal y seguramente hablaremos mucho de él en los próximos días. Y, lo que son las cosas, poco tiempo después de contactar con Shishir, me enteré que unos compañeros de trabajo que habían hecho un trekking en los Annapurnas el año pasado habían contratado también los servicios de este mismo guía, y su experiencia había sido muy positiva. Si había alguna duda, acabó por disiparse. Más adelante os hablaré de los detalles del trekking.
En definitiva, la planificación de la parte más importante del viaje ya estaba hecha. Para el resto de los días no tenemos una idea demasiado concreta de lo que queremos hacer, ya que dependerá en gran parte del estado en que terminemos el trekking. Por lo tanto, el resto del viaje lo dejaremos en manos de la improvisación.
Y estos son, a grandes rasgos, los prolegómenos de nuestro viaje. En los próximos días, intentaremos, siempre con la mochila a cuestas y la mente abierta, empaparnos de todo lo que nos ofrezca este mítico rincón del mundo situado entre las cumbres más altas del planeta; e intentaremos contarlo siempre bajo el prisma de la ilusión, la tolerancia, el respeto y las ganas constantes de aprender, compartir y vivir mejor y más intensamente.
Besos y abrazos
Óscar
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